LA VIDA ES SUEÑO

Hoy es Sant Jordi, jornada literaria por excelencia, retomo por un momento mi afición a la escritura apoyándome en un grande, Don Pedro Calderón de la Barca y me centro en el pensamiento que transmite mediante el personaje de Segismundo;

  ¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción,

 y el mayor bien es pequeño;

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños, sueños son.

Es bien cierto que la vida es sueño, de no ser así la vida sería aburrida y triste. ¿Pero que son los sueños?, pasajes ya vividos o pasajes por vivir, ilusiones reconfortantes, ideas nuevas, proyectos viejos, sueños dulces, a veces húmedos, soluciones, premoniciones, pesadillas…

La vida es sueño y hay que vivirla, sin el sueño ilusionante la vida es monótona y aburrida y se convierte en pesadilla que te incita a terminar, es por ello que la pesadilla siempre termina igual, con un despertar sobresaltado que interrumpe el sueño y el descanso. Por eso animo a vivir la vida, pues toda la vida es seño, y los sueños, sueños son.

 

EL ABUELO TIENE UN PLAN

Tenemos al abuelo otra vez ingresado, parece que esta vez va en serio, claro que hace cuatro años también los médicos nos llamaron a consulta por tres veces y finalmente superó la crisis, es que tiene corazón de león. Pero esta vez el abuelo tiene un plan, cuando le preguntan para comprobar su estado de orientación por qué mes estamos y que ocurrirá este mes —el día 24 cumplirá los 89— su respuesta es “morirme”.

El abuelo es un tipo controvertido, con carácter, generalmente mal carácter, que ha generado un sentimiento de amor/odio con los más allegados y que sin embargo por su aspecto indefenso y su buen fondo lo convierte en el más popular del barrio, quien lo trata poco siempre comenta “qué gracioso”, si, pero…

El abuelo se quiere morir, alguna vez en un arrebato se nos ha escapado el falso deseo de que muera, cuando llega la hora de la verdad el vidrio de nuestros ojos demuestra que sigue habiendo más amor que odio, me atrevería a decir que ese odio no son más que arrebatos de impotencia por no poder dominarle y hacerle entrar en razón, en nuestra razón, que dista mucho de su razón.

El abuelo tiene un plan y como estamos acostumbrados a llevarle la contraria, nos dolerá mucho si se sale con la suya, hace cuatro años aposté por su vida y ganamos, hoy no sé por quién apostar, la vida siempre es positiva menos cuando no sabes vivirla.