Documental
denuncia o como quieran llamarle, sobre el episodio de el Tarajal, en canal33
de Catalunya culpabilizando a la Guardia Civil y sus mandos (ministerio del
interior, presidencia del gobierno y quienes los pusieron ahí con sus votos, o
quizás esos no, no son culpables puede que solo sean responsables), como
responsables son los que señalan a los culpables según su juicio (inducido o
no), como responsables son los que con su gobierno autónomo o controlado
fuerzan la salida de su hábitat a esos que buscan una posible vida mas cómoda
en vete tu a saber que parte de este loco mundo y finalmente encuentran la
verdadera libertad, la muerte.
La
responsabilidad sirve para señalar y para destrozar a la vez, el responsable
del reportaje señala la maldad y el ensañamiento de las fuerzas de seguridad
contra unos pobres desgraciados que han elegido huir de sus casas, buscando lo
que le han vendido como una vida mas cómoda, en vez de enfrentarse en su propio
terreno a aquellos que les impiden esa vida soñada. No tienen elección en
cuanto a arriesgar su vida, pero si donde y probablemente escogen lo que les
parece como se dijo antes “lo más cómodo”, que ellos piensan es lo mas seguro. Como cómodo es realizar reportajes denuncia,
para ganarse la vida, sin dar opción a esas pobres gentes a compartir tu techo,
tu agua y tu pan, ese pan que adquieres con el fruto de ese trabajo que los
inmigrantes te están facilitando, imagino que hay que ser agradecido, pero
hasta cierto punto, denuncia sí, compromiso lo justo.
Si la
opción de los señalados como culpables fuera la de ir a combatir al responsable
de la mala vida de esa población deprimida, la glosa cambiaría la letra, pero
no al culpable, entonces todo se transformaría en un no a la guerra, razonable,
pues todos sabemos que no se comienza una guerra por caridad, se hace por réditos.
Pero el reportero seguiría ganándose la vida gracias a los mismos actores, solo
que en esta ocasión se sentiría mucho mejor pues no tendría la opción de acoger
en su casa a aquellos que ya perecerían en la suya, su acto de responsabilidad no
le acarrearía arrastrar un lastre moral, ¿moral?
Para
terminar, pues me cansa hablar de “buenistas”. Antes de emitir el programa se
publicitó por la red con un anuncio que se hizo viral, que desagradable se está
volviendo esta vida donde el éxito se describe como un virus. Llámame clásico,
pero aunque ahora la palabra esté mal vista, maldita y desvirtuada, prefiero lo
popular a lo viral, aunque solo sea por etimología, es mejor que el pueblo
decida, antes de que se le inocule.
Mi
respeto y admiración, para toda esa gente que arriesga su vida, en su propia
tierra o en tierras lejanas y que lejos de combatir, solo hacen que ayudar a
sus semejantes en nombre de la más auténtica de las religiones y de los
idealismos, la humanidad y el sentido común. Que poco populares son, que pocos reportajes provocan, no son rentables a no ser
que mueran. Un poco de responsabilidad te hacer ver tu propia culpabilidad.