Me
asombra el tremendo ruido que se está levantando por una muerte salvaje,
salvaje en todo su entorno ¿es que los asesinos no sabían que iban a una
matanza?, ¿es que el asesinado no llevaba tiempo buscando la muerte?
Lo
lamentable es la muerte, pues algunos creemos que siempre es lamentable, pero
es que esta jauría de seres juega buscándola, la verdadera pena es que no
murieran todos, de este modo, ellos felices y nosotros tranquilos. Se refugian
en el futbol, como se podían refugiar en un circo romano, pienso que se podría
construir un circo romano para ellos, de cartón piedra, baratito, infinitamente
más barato que seguir manteniendo a esas bestias, que disfruten, que se ahoguen
en su propia sangre y acabemos. Puede que si les damos facilidades, quien ahora
les lloran, empiecen a luchar un poquito por ellos, ¡que inútil es llorar tu
dejadez!, ¡qué fácil echar balones fuera!, otra vez el futbol.
Pensad,
aunque sea difícil, y dejadnos vivir tranquilos y morir también, no me gustan
vuestras muertes, las lamento, pero ¡es que no tenéis remedio!
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