Hace
meses que no alimento este blog, buena señal, o mala, o regular, no lo hago por
desidia, simplemente es que no estoy ocioso y mis escuetos “tiempos muertos”
sirven para cuidar el Facebook de mi principal ocupación “LA PARROQUIA” y descansar.
En este
año largo de mi nueva trayectoria han pasado muchas cosas, al principio me
desbordaban, después hice que me desbordaran, ahora trato de controlarlas, pero
cuanto más procuro adaptarme más crece mi indignación, estamos en una selva de
medradores que se sienten impunes y consentidos, gracias a la degradación de una sociedad que ellos
mismos se han encargado de anestesiar con enormes dosis de incultura y
manipulación mediática.
La
ventaja de estar ocupado es que no tienes tiempo de sumergirte en la basura “informativa”
con que nos inundan y mucho menos navegar por la insufrible “comunicación” de
las redes sociales, que más que sociales parecen “suciales” y no lo digo por la
proliferación de sexo y chistes malos, resulta que ahora las barbaridades que
circulan por estos circuitos son carnaza fresca y rentable para los decadentes
medios relativamente tradicionales. Dar
pábulo a la mierda, es como dar pienso a los borregos para que engorden sus
cerebros con porquería boba y sigan distraídos de la realidad.
Los éxitos
del pequeño nicolás, belén esteban —las minúsculas son intencionadas— o el “tuit” en el que se alegran de la muerte de catalanes en el
reciente desastre aéreo de una compañía alemana de cuyo nombre no quiero
acordarme, son alimentados de forma intencionada para desviarnos de lo
principal, el expolio y continuo hurto con mangoneo por parte de los círculos
de poder, que nos lanzan esa carroña para ocultar la pestilencia de sus
corruptelas , no paran de nutrir con estupideces a las masas ignorantes que
ellos mismos han creado para su total regocijo.
Mis
canales de comunicación rebosan de sexo y chistes malos, pero me enteré del increíble
“tuit” que se alegraba de la muerte de decenas de catalanes “gracias” a la
prensa, que no supo o quiso pasar de puntillas, o incluso ignorar, una acción
tan vil. Es raro que no me llegara tan asqueroso “tuit”, teniendo en cuenta que
son bastantes los “los intelectuales rebosantes de intolerancia” que me consideran
un “facha”, no sé si asqueroso y no lo digo por el exceso de sexo de pensamiento,
del cual pocos están exentos (agraciados ellos).
Me
revuelve las tripas que existan tantos memos que se sustentan entre sí, no me
gustan los juicios y consecuentemente mucho menos los prejuicios, pero hay que
ser muy ruin para escribir según qué cosas y muy estúpido para prestarles
atención en vez de ignorarlas, que es lo que merecen.
A los
familiares y amigos de las víctimas solo puedo ofrecerles mi impotencia, por
experiencia propia sé que nada ni nadie que no sean ellos mismos puede darles
consuelo. Lo único que puedo hacer desde mi tibia convicción es dedicar una
oración para todos, tanto muertos como vivos, deseando que pronto alcancen la
paz y el difícil equilibrio que da la comprensión de lo inconcebible y que
vivan en la exigencia de la libertad de razonamiento, limpios de ese rencor y
tristeza que solo pueden coartar alcanzar un futuro más justo.
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