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miércoles, 2 de julio de 2014

REQUIEM IN CANTIM PACE


Hoy me he despedido definitivamente de mi furgoneta,  son casi 17 años de servicios prestados, no cambio por capricho, es que mi ”fragoneta” como cariñosamente la llamábamos, ha muerto.
Sin previo aviso, podemos decir que de un infarto mecánico, jamás te olvidaré, cuantos servicios prestados, cuantas horas compartidas, cuantos viajes y aventuras, cuanto trabajo. Acogías sin problemas a niños y ancianos, nos llevaste por toda España y parte del extranjero; los partidos de futbol trasladando material y jugadores, los días de trabajo campestre transportando almendras, olivas, gallinas… los días laborable-festivos, trasladando carteles y kilos de papel con ilusión y alegría, cuando se desvaneció esa ilusión y alegría ya llegamos a un acuerdo tácito para dejar de trasladar tanto papel que ambos sabíamos que acabaría en papel mojado. Cuantos traslados, cuantos favores de ida y vuelta y a fondo perdido, cuantos perros que te ponían perdida de pelos, cuanto cariño y respeto de tanta gente, la abuela Carmen por ejemplo, cuando deliraba durante su agonía te tuvo presente, me decía “cojamos la furgoneta y vámonos de aquí”, no pudo ser, partió sola y su último viaje fue en un coche de lujo, ironías de la vida, seguro que preferiría realizar ese último servicio en “su” furgoneta. Exhalaste el 9 de junio, el abuelo cinco días más tarde, ¿casualidad?, no sé, pero que cosas tiene la muerte.
Te he sacado todo el jugo, hoy he encargado que te extrajeran toda la sangre para hacer una transfusión al vehículo nuevo, el resto de piezas acabarán en el desguace y al igual que los humanos decentes, seguro que servirán para alargar la vida de tus coetáneas, pero en esta ocasión harán negocio, maldito parné. Tras 22 años con Nissan, vuelvo al redil de Citröen, no por capricho, solo por la ineficiencia de algunos  que se denominan vendedores, en Citröen encontré a un buen vendedor y nos entendimos rápidamente, se llevó el gato al agua.
Adiós querida Vanette, no te olvidaremos. Requiem in cantim pace.

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