Otra cortina
de humo, otro juego de despiste, un nuevo intento de manejarnos como a títeres,
vuelta a hacer pasar al ganado, creado, por la cañada que les seguirá
produciendo ilusorios beneficios. Cada
vez mas tontos en manos de “listos”, ¿tanta gente disfrutó con el espectáculo
de los cacareados titiriteros contratados por “cultura” de Madrid?, ¿Cuántos espectadores
les atendieron, cuantos aplausos se llevaron?, ¿Cuánto dinero y recursos se han
gastado en esos inanes individuos?
Lo
grave no es el “mensaje” que pregonan con su “arte”, lo grave es que subsistan
gracias a mecenazgos interesados y no por la dudosa calidad de su trabajo. Déjenles expresarse
y vivir tan solo con las dádivas de su público afín, llegará presta su
desaparición y de no ser así, por lo menos se concentraran esos “libre
pensadores” durante un rato y dejaran de molestar a la mayoría (pienso, no sé
si está permitido). Dejemos que se autoalimenten y veamos si son capaces de
subsistir, es de ley respetar su “pensamiento” pero no adecuado alimentarlo,
sobre todo si son capaces de alimentarse por si mismos.
La bondad
no engorda, pero si es capaz de mantenerse, no le hace falta triunfar pues se
conforma con existir, es inmortal, pues lo bueno nunca muere, aún famélica
sobrevive y convive y molesta al horondo sin sentido.
Me alegra
ser y estar en minoría, me congratula molestar a muchos pues me da esperanza de
que aún tienen capacidad de pensar y eso significa que no tienen anulado el criterio,
me encanta ser malo con quienes a todas luces y con desfachatez son malos, es
mucho mas gratificante ser un malo sutil antes que ser malo burdo, para lo peor
hay categorías. Para lo mejor solo existe la hermosa y placida igualdad.
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