Aprovecho
el blog que me incitaron a abrir unas
buenas compañeras hace ya más de tres años, para ofrecer mi sección de recetas
culinarias a todos aquellos parroquianos que estén interesados en mis locuras.
Estamos
en plena vorágine dela feria del móvil en Barcelona, hablan ya del 5G, de que
Zuckerberg (fundador de faceboock) es un magnífico gourmet, bueno, pues desde
su canal informaré de algo que no es virtual, que no es 3, 4 o 5G, es
simplemente CMG (Con Mucho Gusto). Mi inolvidable Stephen, comentaba, “cuando
le digo a alguien que tengo mi taller en el Congrés, nadie sabe ubicarlo, es
triste, pero pienso que quizás sea mejor así”. Zuckenberg no vendrá nunca a “La
Parroquia” a comerse unas magras con tomate, pero le brindo desde su canal la
posibilidad de que se ponga manos a la obra y se las coma en su casa CMG.
Para
las magras con tomate necesitaremos:
- Unas lonchas un poco gruesas de jamón curado magro
- Unos dientes de ajo
-
Un trago de vino tinto
-
Un huevo per cápita.
- Aceite de oliva.
-
Sal y azúcar.
Ponemos
el aceite a calentar, golpeamos los dientes de ajo para rajarlos y los
introducimos en el aceite para que doren y a la vez perfumen el áureo elemento,
seguidamente añadiremos el tomate sin
piel y limpio de semillas para reducirlo (en su defecto podemos hacer este paso
con tomate frito, con lo que ahorraremos tiempo y perderemos encanto), el
tomate se sofríe con una pizca de sal y azúcar a partes iguales, una vez lo
tengamos espesado le añadiremos un tiento de vino tinto con el fuego fuerte
para eliminar el alcohol (para compensar esta acción, podemos tomarnos un trago
del mismo vino mientras el fuego lo evapora de la salsa), seguidamente cascamos
sobre la salsa el o los huevos y los rompemos bajando el fuego y removiendo con
energía, antes de que cuajen sumergimos en la sabrosa emulsión las lonchas de
jamón y apagamos el fuego dejando que el calor residual amorose las partes de
guarro.
A servir
y a disfrutar. No incurrir en errores de
bulto, el jamón debe ser sencillo y digno, magro, en mi caso es un bodega
turolense de Mora de Rubielos, si ponéis un excelso jamón de bellota, joderéis
el jamón y quedaréis como unos pobres nuevos ricos estropeando un plato que es
tan rústico como noble. El vino, lo mismo, nada de reservas y nada de vinagres,
el mío, un Campo de Borja, Borsao barrica 2013, empezó en el guiso y se remató
en la mesa.
Que aproveche
y con Dios.
wow
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