Hoy me despierto con el titular "Otegi pide disculpas a las víctimas del terrorismo", me extraño, reviso la noticia y efectivamente es algo que aun no se ha producido, simplemente es una reflexión que parece ser Otegi incluye en un libro que piensa publicar el próximo día 28. Imagino que las prisas por filtrar esas palabras del libro del vascongado, es para distraer o soltar una cortina de humo sobre la dudosa, desacertada, penosa... decisión adoptada sobre la condena del coleguita de Otegi, Iosu Uribetxebarria Bolinaga, reconocido asesino y secuestrador que ya está tardando en morirse.
Las disculpas solo son útiles si surgen desde un arrepentimiento sincero como consecuencia de una serena reflexión, las disculpas tienen una mayor credibilidad dichas cara a cara, para eso hay que ser valiente y no cometer el error de pedir perdón, el perdón es vano no alivia a nadie, lo único válido es no tener que disculparse jamás por una misma mala acción.
Por otro lado ¿quien es nadie para juzgar a nadie? de ahí la dificultad de la justicia, lo único cierto es que hay buenas y malas acciones, independientemente del pensamiento, formación o ideales de cada individuo. En mi cabeza no entra que matar para conseguir un estatus sea algo razonable, creo que quienes realizan tales acciones han perdido por completo la razón en todo su amplio sentido y por tanto su aislamiento mas que aconsejable es obligado. Si esa merecida situación les incomoda y como protesta echan un pulso y prefieren perder la vida, por ejemplo con una huelga de hambre, tenemos la obligación de aliviar el sufrimiento de ambas partes ofreciendo al incómodo la posibilidad de abreviar el proceso por ejemplo con algo de cianuro o lo que mas le apetezca, él es el experto en matar.
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