La Gran
Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, da la oportunidad al Estado Español
de optimizar sus recursos y este podrá dejar de invertir dinero, instalaciones
y funcionarios en tutelar a crueles asesinos. La primera en salir será doña Inés,
espero que le hagan los honores y salga el día de difuntos, imagino que Ricardo
Sáenz de Ynestrillas Pérez estará desando cruzársela en la calle para darle
recuerdos de parte de su padre, la “pequeña”
contribuyó en el asesinato del comandante acabando en la misma acción con las
vidas del teniente coronel Carlos Vesteiro y el soldado conductor Francisco
Casillas.
Inés del
Río, condenada por 24 asesinatos, reclama derechos humanos. Ya los tiene
concedidos, se abre la veda, la violencia no es de mi agrado, tampoco el
cinismo, ¿sería justo que Inés se topara con Ricardo y este le aplicara el mismo
trato que ella dio a su padre en 1986?, no, hay 23 familias más que también tienen
derechos, no sé si humanos, pero sí comprensibles. La asesina Inés pide salir
de la jaula, sin duda no se encontraba cómoda, le deseo la libertad más larga e
incómoda posible, humanamente no merece otra cosa.
Tras el
“fallo”, nunca mejor dicho, del Tribunal
Europeo de Derechos Humanos, no me cabe duda, alguien ha perdido el juicio.
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