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viernes, 18 de octubre de 2013

EL PELIGROSO FUNCIONARIO


Una de las muchas descripciones del genial FORGES
Hay oficios, como el de funcionario o comercial, que se relacionan inmediatamente con “vivir de puta madre”, yo fui comercial y sufrí esa percepción. Tengo que reconocer que pasé por momentos plácidos, pero cuando menguaron mis ventas de forma irremediable, pese a doblar esfuerzos y recibir absurdas e inútiles presiones, tuve que aguantar, primero el calvario de ver como mis mejores colaboradores iban perdiendo sus puestos de trabajo, para finalmente pasar personalmente por ese liberador trance. Ahora me toca lidiar con la cara más fea del funcionariado, la burócrata, para intentar que me dejen "emprender", da la impresión que estos trabajadores están concebidos para complicarnos la vida en vez de para facilitárnosla, en la mayoría de ocasiones sería más eficiente poner directamente en la puerta del edificio público correspondiente un tablón de anuncios de gestorías, con un aviso que diga:
“ya perdió su dinero, ahora no pierda su tiempo y pague a un gestor para que se pelee con nosotros”
Hay magníficos funcionarios en campos más delicados, como por ejemplo la sanidad, puede que sea porque aquí su ineficacia es más improductiva que productiva, entiendo que el funcionario se tiene que sentir menospreciado y ninguneado debido a los múltiples recortes, que no son solo salariales, pero el modo de reivindicar su trabajo es favoreciendo al contribuyente. Claro que el ejemplo más cercano, el de sus superiores, no ayuda precisamente a esa reflexión, por lo que la tendencia va a estar dirigida a buscar sobresueldos ilícitos a cualquier escala.
Todo invita a tirar la conciencia en lugar de tirar de conciencia, desgraciadamente queda mucho por destruir, puede que cuando ya no quede nada podamos volver a vivir de un modo más esperanzador, pero no, los malvados jamás se extinguen, tendré que tirar un poquito de conciencia.

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