La española
cuando besa es que besa de verdad, la reina de España es griega, el pasado miércoles
besó pública y deliberadamente a su disoluto marido, que sorprendido, recibió
el ósculo griego cual beso de Judas.
Su Majestad
está jodido y su consorte que lleva tiempo jodida, precisamente a causa de la
desviada jodienda marital, decidió el
otro día joder con su gesto mal intencionado y jodió a la griega, dando por
donde amargan los pepinos. Esto se está poniendo como en la película “La guerra
de los Rose”, el gesto de Doña Sofía está tan medido como asesorado, justo
antes de recibir a los nuevos reyes de Holanda, beneficiarios de la abdicación
de mamá Beatriz que decidió elevar a “Guille” a la Máxima categoría. Mamá “Sofi”
arde en deseos, en connivencia con su hijo, de que el príncipe Felipe corra la
misma suerte, sería la “Leti”. Pero el Rey es tozudo y se empeña en entregar al
heredero una institución tan desgastada como su cadera, que se está muriendo de
tanto usarla, sería mejor que utilizara la cabeza para algo más que para apoyar
la corona, esa testa tan dura como aparentemente hueca, fue capaz de leer, a su
manera, un discurso en el acto de coronación donde se comprometía a ser el rey
de todos los españoles, viendo la trayectoria decadente de la institución,
refuerzan la convicción de que los españoles no necesitamos mantener a un Rey,
pero este ya está sobradamente pagado y le reclamo que cumpla su palabra dada y
si no es capaz, no es necesario que abdique, que cierre la empresa y se apunte
al paro.
Bienvenido
a la realidad.
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