Las
alubias son tan solo una parte del maravilloso mundo de las legumbres, una
parte casi infinita por su gran variedad (planchada, riñón, verdina, roja,
arrocera, manteca, pinta redonda o larga, canela, de la virgen, caparrón, de
Tolosa, del Barco, fabes asturianas…), si a esto añadimos las múltiples
combinaciones que podemos realizar, utilizarlas como guarnición, guisadas con
verduras, carnes o mariscos, en ensaladas como los exquisitos empedrados con
chacina o conservas de pescado, podemos decir que nos encontramos sin duda ante
uno de los alimentos básicos en cualquier hogar.
La
elaboración de las alubias tiene un claro pero injustificado freno entre la
población impaciente o escasa de tiempo, que es su forma y tiempo de cocción,
superar este problema es tan sencillo como comprar la legumbre cocida en el
mercado o abrir unas conservas bien en lata, bien en bote que son de una
calidad más que aceptable; si a esto le añadimos cariño e imaginación tendremos
un magnífico manjar en un tiempo razonable, os propongo un ejemplo:
Plato
único para 4 comensales.
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3 latas de pochas de Navarra blancas y verdes (Andrés Baigorri)
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Aceite de oliva virgen
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Sal
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2 cebollas medianas
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2 trozos de guindilla o cayenas
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12 gambas o langostinos (según mercado, gusto o bolsillo)
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800 g. de almeja (gallega o vivero, volvemos al bolsillo)
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½ l. de fondo de pescado
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2 o 3 rebanadas de pan viejo, no seco
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1 diente de ajo
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½ vasito de vino blanco
Ponemos
las almejas cubiertas con agua y abundante sal para que vayan soltando arena, abrimos
las latas de pochas, esta marca no es muy habitual pero se encuentra en los
supermercados Sorli discau, escurrimos y reservamos el
caldo de la conserva, en la olla donde elaboraremos el plato vertemos un buen
chorro de aceite de oliva y marcamos las gambas vuelta y vuelta en un minuto
reservándolas, en el mismo aceite pochamos la cebolla rayada junto con las
guindillas y un poco de sal, mientras pelamos las gambas y pasamos las cabezas
por un pasapuré para obtener todo su jugo que mezclaremos con el fondo de
pescado; el fondo de pescado lo podemos tener congelado de cualquier día que
compremos una merluza o similar, le pedimos al pescadero que nos deje los lomos
limpios y con la cabeza, las espinas, una cebolla y algo de perejil herviremos en agua durante 30 a 45 minutos dejamos
reposar colamos y ya lo tenemos para cuando sea menester. Cuando la cebolla
transparente añadimos las pochas escurridas y las cubrimos con el fondo de
pescado mezclado con el jugo de las cabezas de gamba si no llega a cubrirlas añadimos un poco del
caldo de la conserva de las pochas dejándolas a fuego lento; escurrimos las
almejas y las limpiamos bien bajo un chorro de agua, una vez limpias las
introducimos en una olla junto con el vino blanco, ponemos al fuego tapamos y
esperamos a que se abran, una vez abiertas las colamos reservando su jugo que
añadiremos al caldo de las pochas que ya
habrá reducido algo, en una sartén ponemos a freír con aceite de oliva el
diente de ajo con cuidado que no se queme, cuando esté dorado lo sacamos y lo
ponemos en un mortero, en el mismo aceite freímos ligeramente las rebanadas de
pan y las añadimos al ajo para majarlo junto, una vez bien majado lo añadimos
al puchero de las pochas removiendo ligeramente, esto nos engordará el caldo,
finalmente añadimos las gambas peladas y las almejas sin valva (opcional),
removemos y en cinco minutos a emplatar, podemos rematar con huevo cocido
picado y unas virutas de jamón.
Si el
guiso sale bien no creo que sobre nada para otro día, pero si es así mejor congelar el
marisco al contrario que las carnes no mejora de un día para otro, al contrario
puede hacer enfermar.
Buen
provecho.