Ayer el
Barça experimentó con la metamorfosis, pero es algo de lo que no me apetece
hablar, quien sabe, puede de en breve salga de la crisálida otra grácil
mariposa capaz de someter al Bayern cascándole cinco goles, lo malo es que se
juega el primero de mayo, fiesta del trabajo, me temo que los alemanes conocen
más la palabra trabajo que la de fiesta, pero todo está muy mitificado.
Para transmutación
completa y actualmente muy mediática, la de Jorge Verstringe, sus últimas
actuaciones como alborotador callejero lo aproximan mucho a sus orígenes,
cuando de mozalbete admiraba y comulgaba con el radicalismo de la ultraderecha,
lo radical es intransigente y si bien en ocasiones es irremediable recurrir a
ello, no es el mejor desenlace aunque sí el que da mayor protagonismo. A Jorge
le gusta ser protagonista y cuando deja de serlo en un lado se pasa con descaro
a otro, su peregrinación por AP, PSOE, PC, IU lo lleva de punta a punta
cerrando un extraño círculo de meditación impulsiva, es una antítesis que acaba
en incongruencia, que además confirma la desesperación de quien en cada momento
lo acoge en su seno, para tener presencia en los medios y hacerte visible cuando
sufres, por algo será, de una total ignorancia popular. No obstante, su reciente
comportamiento es posible que sea consecuencia del acercamiento a su cuna
norteafricana y las costumbres que por esas tierras hay de tomar té verde con hierbabuena,
mezcla de especias y otras hierbas tonificantes que sin duda ayudan al desarrollo
de una buena metamorfosis.
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