El
plato combinado es una alternativa para hacer una comida rápida sin muchas
complicaciones, no soy muy devoto de tal modalidad, pero todos hemos recurrido
en alguna ocasión a llenar la tripa de
esta manera, ya puestos no hay que renunciar a la calidad que no está reñida
con la sencillez.
Tengo
un grato recuerdo de mi visita en años mozos a Vitoria y de dar buena cuenta
del combinado por excelencia de la localidad cuando el plato combinado ni
siquiera se denominaba así, estoy hablando del contundente y nutritivo URTAIN plato
dedicado al inolvidable morrosko de
Cestona que consta de dos buenas chuletas de cerdo originalmente, también pueden
ser de buey o ternera, acompañadas de un buen montón de patatas fritas
coronadas con un par de huevos fritos y algún que otro pimiento; me gustan los
huevos fritos con puntilla con la clara torradita alrededor, pero en el URTAIN
los huevos pueden estar con una fritura más suave esto nos da pie a romperlos
sobre las patatas y de este modo no atiborrarnos con un exceso de pan, eso sí
las patatas con una buena fritura suaves por dentro y crujientes por fuera,
esto lo conseguimos con un aceite de oliva abundante y bien caliente, o con
doble fritura, primero las pochamos dejándolas escurrir y en el momento de
consumirlas les damos el último golpe con el aceite a tope de temperatura, la
patata dentro de su aspecto rústico es un tubérculo muy señorito, una vez pelada tiene que
cocinarse pronto o comenzará a perder su delicada palidez y una vez cocinada
también requiere un pronto consumo o perderá todo su esplendor, la ilustre
patata no está para conservarla una vez manipulada es un alimento que no es de
lata sino que delata a los vagos y tramposos, las congeladas que se la coman
otros.
Una
cosa es comida rápida y otra bien distinta es la comida basura que los
anglosajones tuvieron la desfachatez de inventar, al pan pan y al vino vino y
en Vitoria no engañan a nadie aúpa el URTAIN.
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