En el
mundo existen varias religiones con múltiples conceptos y con dos grandes
coincidencias, la creencia de que el respeto y la bondad son fundamentales para
el crecimiento propio y ajeno y por otro lado la imperfección y la maldad de
muchos de los ministros que son los encargados de difundir las doctrinas
religiosas.
Me educaron
como católico y católico me considero, es como ser de un equipo de futbol, de
pequeño te acostumbras o te acostumbran a uno y después aunque pueda haber
mejores te cuesta cambiar, al fin y al cabo futbol es futbol igual que religión es religión. Se aproxima
uno de los dos grandes periodos de reflexión anual para los católicos, la Navidad,
no soy teólogo pero tampoco me gusta asumir un dogma de fe sin ejercer razonamiento propio, por otro lado el exceso
de liturgia en mis años mozos es la causa de la relajación actual en cuanto a
mi participación en la misma, entiendo la religión cada vez más como un sentimiento
íntimo que debe ser reflejado de manera constante y espontanea con actos y no
con representaciones, no obstante no reniego por completo de la liturgia pues
en ocasiones es un buen refugio lleno de emotividad, pero volviendo al dogma,
los católicos nos liamos mucho con la Santísima Trinidad tres personas en un
mismo Dios Padre Creador, Hijo Redentor y Espíritu Santo Señor, dador de vida y
santificador. En mi modesta opinión Dios es una idea única que habita en todos
y del que tenemos la libertad de alimentar y que nos alimente o de dejar ahí parado
hasta que nos sea necesario o no, en definitiva y aun a riesgo de ser
considerado un sacrílego (la inteligente evolución me evitará ir a la hoguera)
yo soy Dios ya que forma parte de mí, el prójimo es Dios pues también los
acompaña, ya tenemos dos ¿y el Espíritu Santo? generalmente representado como
una paloma, animal de paz y portador de mensajes, el Espíritu Santo es la
capacidad de transmitir la bondad que tenemos el prójimo y yo, esta es mí
resolución sobre el misterio de la Santísima Trinidad y para reafirmarme en
ella me remito al resumen del decálogo o guía espiritual del catolicismo:
“Amarás a Dios sobre todas las cosas y al
prójimo como a ti mismo”
Más
claro agua, es una orden para ejercer un egoísmo positivo. Me adelanto a la Navidad
y deseo una feliz vida incluyendo la eterna a todos, agnósticos, cristianos, budistas, judíos,
musulmanes, hindúes… que así sea.
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