La
lectura de la reciente entrada en el Blog de mi apreciada María José sobre ARCOmadrid 2013 me estimula a dar una pincelada
sobre el tema del arte, María me abruma con su vasta documentación sobre arte
contemporáneo, yo, soy más basto.
Mi
interés sobre la actualidad en cuanto a expresiones artísticas estáticas,
pintura y escultura básicamente, quedó anclado hace muchos años no creo que por
falta de sensibilidad, pero puede que sí por falta de sintonía, para ubicaros
os diré que lo más contemporáneo que asimilan mis entendederas es que Dalí es
divino, Picasso genial, Miró simple y Tàpies un incomprensivo degenerativo.
Dicho esto, también achaco mi actual desinterés a la imposibilidad de
apropiarme de alguna obra que me deleite para poder disfrutarla de forma
continuada y no es cuestión económica, que lo es evidentemente, pero el dinero
no lo es todo jamás fui un tipo acaudalado y no es algo que me agobie ni entristezca,
pienso que el actual obstáculo radica en la falta de un espacio íntimo, convivimos
en una pieza inferior a 90 m2
siete seres vivos, repartidos en cuatro
personas, dos perros y un canario cobrizo que es soprano, mezzosoprano, contralto,
tenor, barítono y bajo a la vez, no calla ni cubriéndole la jaula, es la
principal aportación al arte que actualmente figura en casa, en cuanto a
paredes muebles y estantes la cosa es bastante anárquica, abunda el polvo, que
pertinaz es el polvo en todas las viviendas y también las fotografías, soy un
buen aficionado por eso también me gusta Warhol; sobre mi modesta bodega cuelga
una pequeña reproducción del “niño mendigo” de Murillo y en el salón comedor,
más comedor que salón, figuran cuatro litografías típicas de París que nos
recuerda el viaje de novios, ¡que rancio! pensareis, puede ser pero teniendo en
cuenta que mis padres disfrutaron de un día en Montserrat y que mis hijos
tendrán complicado hasta el casorio, me resulta agradable tenerlo siempre presente,
las habitaciones son espacios que gozan de una mayor privacidad, las de mis
hijos trato de respetarlas teniendo en cuenta que cuando me asomo tiendo a
crisparme pues no comulgo con su pasión por lo caótico, en la matrimonial una
madona policromada luce sobre la cabecera del lecho y por allí, como homenaje
al arte contemporáneo, espera una bicicleta estática que se ha reconvertido en
otro práctico galán, el baño es lo más aproximado a una exposición artística actual,
está repleto de envases de vidrio, plástico y aluminio de múltiples formas, tamaños y
colores, llenos, mediados y vacíos que se resisten a ser llevados a los
respectivos contenedores de reciclaje, pero ¡es que son tan cromáticos!.
Como veis mi
único espacio íntimo radica en mi interior y aquí sí que me esfuerzo en
nutrirlo con todo el arte gastronómico del que soy capaz de digerir, aunque en
este aspecto también prefiero los clásicos antes que las nuevas tendencias minimalistas,
como no todo es comer, acompaño este enriquecimiento con toda la cultura que mi
limitada capacidad es capaz de asimilar. Intuyo por la narración de María que en cuanto al
capítulo crematístico la adquisición de arte está, como siempre, fuera de
alcance por eso cuando de forma ilusa te informas de algún precio el arte
tiende a helarte, siempre nos quedarán los museos y exposiciones, espero,
aunque no
sé si dispondré de una imagen adecuada para según que ocasiones en las que es más fácil quedarse helado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario