Parezco
un vate, en cuanto miento la palabra helarte viene el frio a buscarme, ayer
nevó en Barcelona, poquito pero lo suficiente para disfrutar un rato, ya conté en
mi entrada vivir
en la Guineueta el privilegio que tengo de, en diez minutos de paseo, poder
plantarme en plena naturaleza, ayer no
pude renunciar y disfruté unos minutos
de la nevadita junto a mi hija y mi perra “India”.
Son los
pequeños detalles los que nos permiten vivir grandes sensaciones o sufrir
grandes decepciones, un copo de nieve es algo minúsculo que puede convertirse en felicidad
o problema, una baya de cayena te pude alegrar o fastidiar un guiso, una
palabra puede ser genial o fatal según su interpretación, la vida está
salpicada de pequeños detalles en los que generalmente solo reparamos cuando
nos afectan de forma negativa y que muchas veces dejamos pasar perdiendo la ocasión
de disfrutar o hacer disfrutar, que entiendo es lo mismo, los detalles no se
buscan, se encuentran y se utilizan y son buenos o malos dependiendo de la
intención o recepción de los actores lo cual es un nuevo detalle añadido. Los pequeños
detalles son amigos de la pausa y la tranquilidad, esta conducta frenética por
la que nos conducimos evita saborear la dulzura de nuestra existencia acercándonos
momentos tan amargos como gratuitos.
Hay
algo seguro, nos vamos a morir, por eso me niego a perderme el placer de
disfrutar de esos pequeños detalles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario