Continuando
con este mes de febrero repleto de tradiciones, nos encontramos con que durante
la siguiente semana pondremos punto final a un corto periodo de desmanes,
afrontando un miércoles de ceniza donde a los católicos nos persignaran con
ceniza recordándonos “Memento, homo, quia pulvis
es et in pulverem reverteris”, o sea,”Hombre, acuérdate que polvo eres y que al polvo
volverás”, esto del polvo tiene su enjundia.
Vertigo a la contradicción de Roberto Botta |
Ya que
si no lo echamos
es casi
imposible nacer,
pues tendremos
que joder
para ser
muchos hermanos,
saber que
del polvo vienes
no es sapiencia
baladí
así tú
me das y yo te di
no una
vez si no cienes.
Así por un lado el miércoles nos instan a enterrar la
sardina, es una metáfora para que mantengamos “la sardina” bien guardada y
calentita entre los calzoncillos de felpa, pero al día siguiente 14 de febrero
celebramos San Valentín, festividad de los enamorados y que es del cariño sin
una buena “sardina” en todo su esplendor dispuesta a ser acogida allí donde
hubiere amor; puede que esta sea la
razón o sinrazón de que la iglesia católica eliminara del calendario eclesiástico
la festividad de San Valentín, esto ocurrió en el año 1969, no es broma la
iglesia siempre tan ambigua no pudo escoger año más adecuado para tal menester
que el 69. Ante tal batiburrillo y sin renunciar a ser buen cristiano, seguiré conviviendo
con la tradición y la religión aplicando en todo momento lo que crea menester,
que no será otra cosa que aquello que mejor me convenga y que Dios me coja
confesado, pese a que en temas de ayuntamiento no cabe el arrepentimiento, pues
los años pasan y las oportunidades y los pertrechos menguan.
Que apuro, que encrucijada, que dilema, que gran
contradicción.
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