Tras
las debacles esta semana de F.C.
Barcelona y R. Madrid, podemos decir que la temporada de futbol está
finiquitada, ya solo quedan puros trámites como ganar los campeonatos
nacionales de liga y copa, que están prácticamente adjudicados y los premios
menores de ascenso y descenso, que tienen un interés puramente
local, por último la clasificación para competir en campeonatos europeos de dudosa rentabilidad.
La
relativa sorpresa de la eliminación de los equipos españoles en la máxima
competición europea, servirá como punto de inflexión para estos dos gigantes
del futbol mundial. El Barcelona saborea la amarga hiel de la relajación, para
competir y conseguir resultados óptimos de
forma avasalladora el trabajo y el estado de concentración tiene que ser
obsesivo y exclusivo, los múltiples apareamientos con felices resultados que
gran parte de la plantilla del equipo barcelonista ha tenido, demuestran que
los cinco sentidos se han derivado del
terreno de juego a la práctica de otro juego tan hermoso como incompatible,
ahora es cuestión de valorar qué intereses son prioritarios y comprobar si la
dirección de este grupo es capaz de reconducir la situación; en cuanto al equipo
blanco, la situación es también complicada, un ídolo de barro ha ensombrecido
el protagonismo de una entidad gloriosa y centenaria con la aquiescencia de su
máximo mandatario, que si bien es un triunfador en sus negocios, demuestra ser
un incompetente cuando la sociedad no le pertenece, tolerar que ese portugués
minutos después de otro fracaso, se escude como siempre en errores ajenos, segmentados
según su interés, y en una clara y burda postura ególatra anteponga su futuro
al de la entidad para la que trabaja, implicando como cómplice al presidente de
la misma, es un vodevil de funestas consecuencias.
Una cosa
queda clara, para triunfar en este deporte es fundamental meter un gol más que
el contrario y aunque parezca un contrasentido defender bien es el principio
para que esto ocurra, para defender bien hay que estar pletórico físicamente,
ser agresivo y contar con la mayor tolerancia arbitral, de este último punto
hay unos que saben más que otros y hay otros que solo saben ver lo que les
interesa, cuando les interesa, en fin, la conclusión es que en España esta
temporada se acabó el futbol, pero seguimos siendo los actuales campeones de Europa
y del Mundo.
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