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lunes, 5 de agosto de 2013

EL OSO FINOLIS


Con “la caló” mengua el apetito y sobre todo uno trata de evitar pasar un largo periodo junto a los fogones para elaborar el obligado condumio diario, las ensaladas son un remedio constante pero poco agradecido para un tipo con constitución de oso, el paso de los años no perdona y con la madurez ya bien entrada, presta a llamar en breve a la puerta de una incipiente vejez, los gustos van cambiando y lo que antes era carne ahora será pescado, por lo pronto estos cambios solo afectan en lo digestivo, espero que no se contagien otros órganos situados más al sur que de momento tienden a tomar un camino totalmente opuesto requiriendo mayor apetito, mental, pero apetito al fin y al cabo.
Poniendo orden a las diferentes cavilaciones, caigo en la cuenta que el oso es un gran consumidor de salmones, pescado graso y de considerable tamaño, el oso lo toma crudo y casi vivo, yo soy uno de esos humanos con aspecto de úrsido que si bien ha probado con agrado el salmón crudo salpimentado y aderezado con un chorrito de aceite de oliva, la actual desconfianza en la cadena de conservación alimentaria me hace desistir el mantener tan simple como rica receta, pero a grandes males grandes remedios, propongo la receta del oso finolis:
Para una parejita.
-          120 g. de lacitos o pajaritas de pasta
-          100/120 g. de salmón ahumado
-          4 cucharaditas de alcaparras
-          Un chorrito de aceite de oliva
-          Un chorrito de vinagre de sidra o manzana
-          Sal, pimienta y eneldo
Hervimos la pasta dejándola al dente, al escurrir la enfriamos bajo un chorro de agua fría, una vez bien escurrida la introducimos en un bol junto al salmón que trocearemos a un tamaño similar al de la pasta, añadimos las alcaparras, salpimentamos, incorporamos una lluvia generosa de eneldo y aliñamos con el aceite y el vinagre, amalgamamos bien los ingredientes y los ponemos a esperar en la nevera hasta el momento de regresar de la playa, del rio, del pantano, del trabajo, bueno, hasta que nos apetezca comer; al oso finolis que suscribe le gusta acompañarla de un vino blanco o rosado de aguja, que puede ser cava burt nature o una botellita de sidra, por acompañar el toque del vinagre.
Buen provecho.

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